La primera vez que se habló de rutas seguras Safe roots to school fue en Odense, Dinamarca, en los años setenta. Pero fue en los noventa cuando las iniciativas de caminos escolares comenzaron a consolidarse en Europa y en países anglosajones como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zalanda.
Podemos decir que hay dos líneas de trabajo, la anglosajona y la italiana (mediterránea), inspirada en las ideas de Francesco Tonucci. En el proyecto CAMINIS nos inspiramos en la línea de trabajo italiana, más cercana y con propuestas más completas que aspiran a recuperar la ciudad que estamos perdiendo.