Durante el segundo trimestre del curso, el alumnado de quinto y sexto de primaria, ha realizado una interesante actividad de análisis del entorno, para reflexionar sobre algunas características, físicas y de seguridad vial, de las calles próximas al entorno de los centros educativos.
Os contamos cómo fue:
La actividad se ha desarrollado fuera de los centros, en su entorno urbano, sobre todo en las calles que dan acceso a las escuelas. Se trata de un cuestionario con preguntas relacionadas con las características de los viales y aceras del entorno de los centros, de las plantas bajas y de los espacios públicos de estancia, así como otras preguntas relacionadas con la percepción de seguridad.
El alumnado ha observado los accesos a los centros educativos, y resulta que pocos colegios disponen de un espacio público en la entrada, amplio y sin coches. Y casi ningún centro, tiene este espacio de espera con arbolado para sombra, con bancos para sentarse, que hagan confortable la espera y que propicien un espacio de encuentro y sociabilización.
Un cuestionario con preguntas relacionadas con las características de los viales y aceras del entorno de los centros, de las plantas bajas y de los espacios públicos de estancia, así como otras preguntas relacionadas con la percepción de seguridad
El alumnado participante ha salido con cintas métricas para medir el ancho de las aceras de las calles de llegada a los centros. Las cifras resultan variables en los diferentes casos, pero a menudo nos encontramos con anchos inferiores a 1,50 metros, los cuales no permiten la llegada de personas en grupo. También han dibujado sobre un plano, aquellos obstáculos que hacen aún más estrecho el paso, como soportes de farolas y de señales. En algunos casos, el ancho es impracticable, porque, por ejemplo, un pozo ocupa todo el ancho en el entorno del colegio Paidos. En las calles del centro del núcleo urbano, encontramos anchos inferiores a 1 metro (entorno del CEIP Cervantes i del colegio San Juan Bautista), y en el caso del colegio Sagrado Corazón, hay tramos de rutas escolares sin acera.
Además, el alumnado ha señalado que, en todos los centros, hay vehículos que aparcan de manera inadecuada, en lugares inadecuados o demasiado cerca de las puertas de entrada, provocando situaciones incómodas y hasta peligrosas.
También en todos los centros, han detectado cruces peligrosos, por tráfico o por falta de visibilidad, i otros donde sería necesario un paso de cebra.
El alumno ha realizado conteos, durante aproximadamente media hora en horario lectivo. Primero han contado el número de vehículos que veían circulando, y destacan los entornos del CEIP Llebeig, con más de 200 vehículos y el CEIP Pou de la Muntanya, con más de 700 vehículos. Contrasta con el colegio donde se han contado menos coches, como delante del CEIP Montgó (76 vehículos).
También han contado peatones y bicicletas. Destaca el entorno del colegio San Juan Bautista donde más personas caminan por las aceras (178), y donde menos gente pasa es por el entorno del colegio Paidos (7 personas) y el del CEIP Pare Pere (0). Sobre las bicicletas, en general pasan entre 0-4, pero destaca el entorno de los colegio Llebeig (32 bicis) y Pou de la Muntanya (12 bicis), ambos colegios con carriles bici próximos. Pero también destaca el colegio Sagrado Corazón (14 bicis).
Finalmente, opinan sobre qué calles perciben como peligrosos: av. Alacant, av. València, calle Estrella, av. Montgó, av. Ramón Ortega, camino Cementeri, plaza París, calle Fora Mur, calle Magallanes y el camino de Santa Llúcia. Alrededor del CEIP Pare Pere, no hay calles peligrosas, pero tampoco hay actividad comercial. La actividad comercial se concentra en los entornos de los colegios del núcleo urbano principal, y el alumnado ha anotado muchos y diversos comercios y establecimientos. En las calles del colegio Sagrado Corazón y Paidos, falta vitalidad por la escasez de actividad comercial.
Esta ficha de observación realizada por el alumnado es una herramienta de análisis participativa que incorpora su visión al documento de diagnóstico, desde la experiencia propia de usos de estos espacios urbanos.
Una herramienta de análisis participativa que incorpora su visión al documento de diagnóstico, desde la experiencia propia de usos de estos espacios urbanos
Durante el segundo trimestre del curso, el alumnado de quinto y sexto de primaria, ha realizado una interesante actividad de análisis del entorno, para reflexionar sobre algunas características, físicas y de seguridad vial, de las calles próximas al entorno de los centros educativos.
Os contamos cómo fue:
La actividad se ha desarrollado fuera de los centros, en su entorno urbano, sobre todo en las calles que dan acceso a las escuelas. Se trata de un cuestionario con preguntas relacionadas con las características de los viales y aceras del entorno de los centros, de las plantas bajas y de los espacios públicos de estancia, así como otras preguntas relacionadas con la percepción de seguridad.
El alumnado ha observado los accesos a los centros educativos, y resulta que pocos colegios disponen de un espacio público en la entrada, amplio y sin coches. Y casi ningún centro, tiene este espacio de espera con arbolado para sombra, con bancos para sentarse, que hagan confortable la espera y que propicien un espacio de encuentro y sociabilización.
Un cuestionario con preguntas relacionadas con las características de los viales y aceras del entorno de los centros, de las plantas bajas y de los espacios públicos de estancia, así como otras preguntas relacionadas con la percepción de seguridad
El alumnado participante ha salido con cintas métricas para medir el ancho de las aceras de las calles de llegada a los centros. Las cifras resultan variables en los diferentes casos, pero a menudo nos encontramos con anchos inferiores a 1,50 metros, los cuales no permiten la llegada de personas en grupo. También han dibujado sobre un plano, aquellos obstáculos que hacen aún más estrecho el paso, como soportes de farolas y de señales. En algunos casos, el ancho es impracticable, porque, por ejemplo, un pozo ocupa todo el ancho en el entorno del colegio Paidos. En las calles del centro del núcleo urbano, encontramos anchos inferiores a 1 metro (entorno del CEIP Cervantes i del colegio San Juan Bautista), y en el caso del colegio Sagrado Corazón, hay tramos de rutas escolares sin acera.
Además, el alumnado ha señalado que, en todos los centros, hay vehículos que aparcan de manera inadecuada, en lugares inadecuados o demasiado cerca de las puertas de entrada, provocando situaciones incómodas y hasta peligrosas.
También en todos los centros, han detectado cruces peligrosos, por tráfico o por falta de visibilidad, i otros donde sería necesario un paso de cebra.
El alumno ha realizado conteos, durante aproximadamente media hora en horario lectivo. Primero han contado el número de vehículos que veían circulando, y destacan los entornos del CEIP Llebeig, con más de 200 vehículos y el CEIP Pou de la Muntanya, con más de 700 vehículos. Contrasta con el colegio donde se han contado menos coches, como delante del CEIP Montgó (76 vehículos).
También han contado peatones y bicicletas. Destaca el entorno del colegio San Juan Bautista donde más personas caminan por las aceras (178), y donde menos gente pasa es por el entorno del colegio Paidos (7 personas) y el del CEIP Pare Pere (0). Sobre las bicicletas, en general pasan entre 0-4, pero destaca el entorno de los colegio Llebeig (32 bicis) y Pou de la Muntanya (12 bicis), ambos colegios con carriles bici próximos. Pero también destaca el colegio Sagrado Corazón (14 bicis).
Finalmente, opinan sobre qué calles perciben como peligrosos: av. Alacant, av. València, calle Estrella, av. Montgó, av. Ramón Ortega, camino Cementeri, plaza París, calle Fora Mur, calle Magallanes y el camino de Santa Llúcia. Alrededor del CEIP Pare Pere, no hay calles peligrosas, pero tampoco hay actividad comercial. La actividad comercial se concentra en los entornos de los colegios del núcleo urbano principal, y el alumnado ha anotado muchos y diversos comercios y establecimientos. En las calles del colegio Sagrado Corazón y Paidos, falta vitalidad por la escasez de actividad comercial.
Esta ficha de observación realizada por el alumnado es una herramienta de análisis participativa que incorpora su visión al documento de diagnóstico, desde la experiencia propia de usos de estos espacios urbanos.
Una herramienta de análisis participativa que incorpora su visión al documento de diagnóstico, desde la experiencia propia de usos de estos espacios urbanos
Este es un proyecto de largo recorrido, que precisa de ir sumando experiencias y soportes. ¡Caminamos hacia una Dénia más amable y feliz!
El equipo detrás del proyecto 7a+i © 2024
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